Y que es eso del JPDA Alemania?
Somos un grupo de jóvenes interesados en lo que pasa en Colombia. Vivimos lejos del hogar y la gente que nos vió crecer, pero queremos hacer parte de la transformación de esa sociedad injustamente segregada y discriminada como sub-desarrollada. Queremos contribuir en la lucha que estan librando todos los sectores sociales en Colombia en la reivindicación de los mas básicos derechos. Creemos que en Colombia se puede seguir otro camino, por eso los invitamos a leer nuestros aportes y a suscribir comentarios que nos enriquezcan cada vez mas para mejorar. saludos. JPDA Alemania
20/02/2008
El imperio de los sentidos
Por Vía Libre
Renson Said
via_libre19@hotmail.com
Vivimos una época de consumo. De la literatura, de la vida, de los asuntos del espíritu: todo es de consumo. La biografía de Marbelle, el libro de Las prepago, las noticias de farándula. El consumismo es una estrategia hábilmente diseñada por el poder político y los medios de comunicación para crear una sociedad estúpida y alienada. Una sociedad acrítica, ahistórica, dopada por la televisión y los libros desechables. Los centros comerciales como nuevos templos del ocio, los espectáculos de masa. Siguen los crímenes de los paramilitares que actúan en complicidad con las Fuerzas Armadas pero el tema del día son las putas prepago que figuran en el libro de Alfredo Serrano.
De lo que se trata es que la gente no piense. Que desvíe su atención de los asuntos esenciales del ser humano: la educación, el respeto, la libertad. Nos hace falta una revolución pacífica como la histórica Revolución Naranja de los ucranianos. Pero una revolución se monta sobre la base de los libros. Porque los libros crean espíritus críticos, inconformes, rebeldes, atentos al desarrollo de la historia. Nada sustituye a los libros en la tarea de transformar la realidad. Además, una sociedad se mide por sus lecturas. ¿Y qué estamos leyendo en Colombia? Una literatura desechable que políticamente cumple muy bien su misión de adormecer los espíritus: Sin tetas no hay paraíso, Los hombres la prefieren brutas, Las prepago, Mi vida no es un collar de perlas, Mi confesión, Amando a Pablo, odiando a Escobar, El hijo del ajedrecista, y cosas por el estilo.
Son libros de chismes, de hampones, de morbo, de miseria, de morbomiseria. Libros que tienen éxito en ventas porque hay un público ávido que solicita estas lecturas. Un público que se indigna por las masacres frente a la pantalla del televisor, pero que cuando llega a la sección de farándula, lo que comenta rabioso es que Antonio de la Rua le puso cachos a Shakira.
Sin tetas no hay paraíso ocupa el segundo lugar de ventas en España. Y en Colombia no solo fue devorado con morbo, sino que se transmitió en una serie de televisión que aumentó el número de niñas que sueñan con ser putas prepago. Unos jóvenes cucuteños
secuestraron un bus escolar inspirados en un capítulo de la serie Pandilla, guerra y paz, del canal RCN. Ese es el mensaje de las telenovelas colombianas. Y en cuanto a los libros, el asunto es más dramático: el lector de Virginia Vallejo no va a leer nunca a Virginia Woolf ni a César Vallejo (dos grandes de la literatura universal), sino que, por el contrario, buscará una lectura similar que alimente su morbo y contenga alta dosis de chisme, como El hijo del ajedrecista. Tal vez por eso es que Saúl Gómez dijo que mientras un joven francés de 20 años está leyendo la biografía de Charles de Gaulle, en Colombia los jóvenes leen las biografías de putas y hampones. Esto es, señores del mundo entero, el imperio de los sentidos.
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